Un tiempo para el respeto y para la justicia

Se presta mucha atención a los ideales del respeto y la justicia para individuos y grupos en los EEUU y por todo el mundo. Nuestro mundo, como conocemos, está cambiando con el comienzo de eventos naturales y creados por los seres humanos. Millones de personas se desplacen por huracanes, inundaciones y fuegos. Otros se desplacen por la violencia, la guerra y fusilamientos en masa.

            En ciertas circunstancias, compasión enorme y recursos están proporcionados a través de organizaciones, entidades gubernamentales e individuos. Niños y familias reciben hogares temporales, alimentación, ropa y educación. Pero en otros casos, a las personas les falta el apoyo, y todavía son retratadas como personas malas, criminales o menos que humano. Los niños crecen en campos de refugiados, centros de detención, entornos arruinados por las guerras y en extrema pobreza. No se provee necesidades básicas como hogares, alimentación, ropa ni educación. 

            En todos casos, niños y familias experimentan elementos del trauma; situaciones peligrosas, una falta de control desde la situación, la pérdida de los seres amados y posesiones y sentidos de la desesperanza y del desamparo. Pero, esos niños y familias que reciben la compasión y el apoyo son más propensos a recuperarse y sanar. Para los otros, vivir en una situación traumática se convierte en una manera de vida. Cuando eso ocurre, todo el mundo sufre. 

Frecuentemente, nos sentimos abrumados por la magnitud de las situaciones y por el límite de nuestros propios recursos. Sin embargo, con el comienzo de esa temporada festiva, todos nosotros podemos hacer algo en cualquier lugar en que estamos para crear una cultura del respeto y de la justicia para todo el mundo en todas las situaciones. 

Consideramos la oportunidades que existen:

  • Nosotros todos podemos, en nuestro propio lugar, cultivar un entorno de respeto a través de modelar la atención positiva por los sentimientos, deseos, derechos o tradiciones de los otros. Podemos asegurar que nuestra actitud a las otras personas, conocidas o desconocidas, sea compasiva y comprensiva. 
  • Podemos modelar la justicia en nuestras palabras y acciones con todos las personas que encontramos siendo justos y razonables en nuestras relaciones e interacciones. 
  • Podemos educarnos sobre las tradiciones, creencias y culturas de los demás para que nuestras interacciones y relaciones comienzan desde un punto de entendimiento, no de la ignorancia y ni los prejuicios. 
  • Podemos promover el respeto y la justicia hacia los demás en nuestros hogares enseñando a nuestros hijos la importancia de mostrar comprensión, aceptación y tolerancia hacia todas las demás personas. 
  • Podemos alzar la voz contra las palabras y los actos que faltan al respeto a los demás y causan injusticia, violencia y destrucción de personas, culturas y creencias.
  • Podemos unirnos a otros para abogar por leyes y prácticas justas que cultiven el respeto por los demás y garanticen la dignidad y la justicia.

No se hará justicia hasta que los que no están afectados estén tan indignados como los que sí lo están

Benjamin Franklin