Las experiencias infantiles adversas, llamadas ACE, es la exploración más reciente que hay sobre el impacto del trauma en la salud física y mental de los niños, así como el impacto de ellas en la edad adulta. En resumen: el estudio de las experiencias infantiles adversas (ACE) evalúa los efectos del abuso y las experiencias infantiles negativas como un problema de salud pública. Los resultados muestran claramente el “Porque la Prevención es Importante.” El estudio es una colaboración continua entre los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) y Kaiser Permanente. Comenzado en 1994, el estudio incluyo a 17,337 adultos inscritos en el Kaiser HMO en San Diego, CA. Dos terceras partes de los participantes del estudio reportaron al menos una “experiencia adversa de la infancia,” como el abuso o la negligencia, aunque la mayoría de ellos reporto mas de una. Al proveer un entendimiento de los orígenes infantiles de una multitud de problemas sociales y de salud a lo largo de la vida, este estudio demuestra que la prevención de ACE, como el abuso y la negligencia, puede tener un enorme impacto en la salud de nuestra sociedad.
El estudio ACE fue diseñado para responder a la pregunta: “Si los factores de riesgo de enfermedad, discapacidad y mortalidad temprana no se distribuyen al azar, ¿qué influencias tempranas de la vida proceden de su adopción o desarrollo? A través de este estudio se identificaron diez (10) “experiencias infantiles adversas”. Estos se dividieron en tres (3) categorías principales: a) Abuso: emocional, físico y sexual, b) Negligencia: emocional y física c) Disfunción en el hogar: violencia doméstica, abuso de sustancias, enfermedad mental, separación / divorcio de los padres, y delito / encarcelamiento.
Las tres (3) palabras utilizadas para describir las interacciones fueron elegidas porque a) El término “adverso” no evoca nociones o prejuicios preconcebidos sobre los perpetradores o víctimas. Además, el término “adverso” implica estrés, y la respuesta biológica al estrés es en gran parte responsable del impacto negativo de las ACE en el desarrollo del cerebro. b) “Experiencias” fue el término elegido en lugar de “Ambiente” porque este último término puede implicar la exposición a toxinas ambientales. c) Según lo enmarcado en el estudio, “Infancia” se refiere a los primeros 18 años de vida.
Se ha desarrollado una herramienta de evaluación de “ACE” para determinar una “Puntuación” de ACES y ahora se está utilizando ampliamente en las evaluaciones de desarrollo de los niños y en la evaluación de la salud de niños y adultos para la prevención y la intervención temprana de posibles riesgos para la salud. A medida que aumenta la puntuación ACE, aumenta el riesgo de muchos problemas sociales y de salud. Entonces, el puntaje parece capturar el impacto biológico acumulativo de las ACE. Los puntajes de ACE no significan que los problemas de salud y sociales seguirán necesariamente. Es importante recordar que el estudio ACE evalúa el riesgo de problemas sociales y de salud en un estudio grande. Los efectos de las ACE variarán de persona a persona.
¿Qué significa esto para los niños, las familias y los profesionales de la salud?
1) Las 10 categorías ACE proporcionan un marco para estudiar las situaciones de abuso “basadas en la evidencia” experimentadas por los niños y el enlace a riesgos específicos para la salud
2) Este conocimiento puede proporcionar el desarrollo de métodos sistemáticos de prevención e intervención temprana de estas situaciones de abuso a través de diversas disciplinas, tales como salud / medicina, servicios sociales, educación, asesoramiento y derecho.
3) El desarrollo de un marco para la prevención y la intervención temprana dentro y entre las disciplinas aumentará la capacidad de reconocer y reducir las situaciones de ACE para los niños en todos los entornos familiares y sociales. Esto mejorará las vidas de los niños y reducirá los riesgos para la salud tanto de la infancia como de los adultos, mejorando la salud y la calidad de vida.
¿Cómo podemos todos ayudar en este proceso?
1) Como profesionales, podemos respaldar la implementación de las herramientas de detección de ACE dentro y en todas las disciplinas, especialmente en educación, medicina y servicios sociales.
2) Podemos ser proactivos en el desarrollo de estrategias de intervención / prevención temprana y multidisciplinar a través de la colaboración de recursos, incluyendo asociaciones de agencias, programas compartidos, redes educativas cooperativas y múltiples compromisos de fuentes fiscales.
3) Cada uno puede hacer un compromiso profesional personal para garantizar que los niños y las familias atendidas en nuestro “círculo de influencia” profesional sean educados en las situaciones de ACE y vinculado a los recursos apropiados para poder reducir las situaciones de ACE y eliminar el impacto a largo plazo en la salud.