Alegría al todo el mundo

Por Victoria Stephan

Traducido al español por Claire Gruber

Durante las fiestas de Navidad hablamos y cantamos sobre la alegría. El Adviento habla de la alegría de celebrar el nacimiento de Cristo. La gente habla de sentirse alegre cuando compren regalos para sus seres queridos. Enseñamos a los niños sobre la alegría de dar lo que experimentamos a través de ayudar a otros, la donación y el voluntariado. Canciones populares de las fiestas incluyen el tema de «alegría» en el título o en la letra como «Himno a la Alegría» y ambas versiones de «¡Regocijad, Jesús nació!»

Aunque las otras dos fiestas del invierno más conocidas, Kwanzaa y Jánuca, no específicamente definen la alegría de la misma manera, los eventos históricos de Jánuca y los 7 principios de Kwanzaa ambas contienen enseñanzas sobre y celebraciones de la paz interna y de la satisfacción.

Cuando hablamos de alegría y aspiramos a sentirnos alegres, frecuentemente confundimos la alegría con la felicidad. Aunque son similares, en realidad no son los mismos. Se define la alegría como «un sentimiento de placer y satisfacción» aunque la felicidad se define como «el estado de estar feliz». Entonces, en realidad: ¿Cuál es la diferencia?

La alegría viene desde el interior de una persona, y es la conexión con la raíz de la vida dentro de usted. Se causa por algo excepcional y satisfactorio. 

La felicidad es un resultado de algo externo, y se puede ganarla observando o haciendo esa cosa específica. Entonces, la felicidad puede ser momentánea, porque es el resultado del contento fugaz; pero la alegría, relacionada con el ser interior, es más duradera. 

Aunque aspiramos a sentir ambas, queremos ser feliz y queremos experimentar la alegría, parece que la alegría sería el estado de sentimiento más deseado y duradero. La alegría incorpora componentes espirituales, mentales y físicos que crean un estado duradero de paz interior, bienestar y contento incluso durante las épocas de sufrimiento y tristeza. Se indicaría que tener un sentimiento de alegría en nuestras vidas nos ayuda cuando lidiamos con y sanamos del sufrimiento y de la tristeza. Frecuentemente se atribuye a un componente espiritual, si que es una creencia en un poder superior o una conexión a la naturaleza y la humanidad.  

¿Cómo podemos desarrollar un estado de la alegría en nuestras vidas y apoyar a otros en el desarrollo de la alegría en sus vidas? 

  1. Explore cuando Ud. se siente alegre y cuando experimenta la alegría para determinar las situaciones diferentes que provocan esas emociones diferentes. ¿Crea la alegría una sensación interior más duradera de paz y satisfacción?
  2. Busque activamente una conexión espiritual en su vida a través de una estructura de creencia religiosa o por la participación activa en causas humanitarias o del medioambiente.
  3. Identifique maneras de dar servicio a otros a través de trabajar como voluntario en una organización de servicio o por ayudar a los que conoce a Ud. personalmente. 
  4. Examine su hábito de vida y sus prioridades para determinar si se enfoque más en las cosas y actividades materialistas y del externo, o si se enfoque en el desarrollo de las relaciones y actividades que fomentan paz interior y satisfacción. Haga un plan para hacer más actividades que le den paz interior. 
  5. Apoye a los otros que encuentran la alegría en sus vidas propias a través de creencias, relaciones, actividades y actos de servicio que fomentan la paz interior y el contento para ellos.